Carlos Ospina Caicedo del servicio geológico colombiano participó del IX Foro Internacional de Peligros Volcánicos.
Durante el primer día del IX FIPVO Foro Internacional de Peligros Volcánicos «Volcanes y Sociedad: Riesgo y Prevención”, que organiza el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), a través de su Observatorio Vulcanológico, el ingeniero Carlos Ospina Caicedo del servicio geológico colombiano habló sobre el monitoreo volcánico a través de infrasonido.
El ingeniero explicó que los volcanes generan sonidos de baja frecuencia, por debajo de la percepción del oído humano, es ahí donde la importancia del infrasonido llega, debido a que en cuanto a explosiones puede tener un mayor aporte energético, a su vez, la poca distorsión con la distancia, evidencia la actividad superficial volcánica junto a cámaras que colaboran en dicha acción.
En Colombia hasta hace 10 años, solo existía un sensor por estación y tenía una inspección únicamente visual, pero hace 6 años junto con el programa SATREPS, se implementaron 2 sensores por estación, así como correlogramas para la detección, y un nuevo software, para la identificación de limitaciones y caracterización primaria de señales.
Ospina compartió dos ejemplos de este sistema, iniciando por el Volcán Nevado Ruíz, el cual cuenta con 3 estaciones, y cada una de ellas posee 3 sensores en total, que genera una correlación entre los 2 sensores acústicos y uno sísmico para obtener los resultados.
En cuanto al Volcán Puracé, que solo cuenta con un sensor acústico y uno sísmico, señaló que fue suficiente para detectar una falla, la cual permitió la formación de una cadena volcánica a través de una pequeña explosión en mayo del 2022.
Finalmente el especialista colombiano confirmó que este sistema ha sido eficiente, aunque con limitaciones, ya que la correlación entre señales sísmicas y acústicas, pueden medir retrasos, y que, como explicó, en un período de “ruido y detección”, entre el año 2016 a 2022, se decantaron unas 300 señales, y más de 200 fueron identificadas por sensores de infrasonido.
Por: Valeria Muñoz, integrante de la Red de Periodistas y Comunicadores para la Gestión del Riesgo de Desastres (Regrid).
